Hay fenómenos difíciles de fotografiar, y luego está el humo. El fotógrafo alemán Thomas Herbrich se ha dedicado pacientemente a fotografiar las caprichosas volutas del humo en busca de la foto perfecta. El resultado es una galería de imágenes tan irreales como bellas.
Herbrich ha trabajado estas fotos con un flash de alta velocidad sobre fondo negro y una velocidad de obturación de 1/10.000 para tratar de congelar las ondulaciones del humo en el aire. Después de tres meses de trabajo y más de 100.000 disparos, ha sido capaz de reunir una veintena de fotografías válidas.
Después, la ha editado sutilmente para limpiar el fondo. En algunas de ellas, el humo adopta formas tan caprichosas que cuesta creer que no sean Photoshop. En la web de Herbrich podéis ver el resto de su impecable trabajo. [Thomas Herbrich vía This Is Colossa]
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